Prevenir antes que curar, reza una frase popular. La filosofía es la máxima que defiende la DGT cuando recomienda practicar conducción preventiva, pero, ¿sabes cómo es?
El objetivo de la conducción preventiva es contar con tiempo suficiente para reaccionar ante la presencia de obstáculos, de manera que se pueda adaptar la velocidad del vehículo para detenerlo a tiempo. Se basa en tres principios básicos:
- Visión
- Anticipación
- Gestión del espacio
Cómo ser un conductor preventivo
El conductor preventivo es, ante todo, aquél que respeta las normas de circulación, especialmente las relativas a la velocidad adecuada, al uso correcto de carriles, a evitar distracciones al volante…
Además de lo anterior y tal y como explica la DGT en su tuit, practicar la conducción preventiva pasa por señalizar las maniobras a realizar para que otros conductores tengan conocimiento de ello y evitar que nuestro coche se convierta en un obstáculo para los demás.
También es importante que la conducción preventiva vaya acompañada de lo que Tráfico llama conducción encarrilada. Se refiere a algo tan básico como utilizar de forma correcta y ordenada cada uno de los carriles de la carretera.
Y, por supuesto, implica respetar siempre los límites de velocidad y mantener la distancia de seguridad. Esta última es la que permitirá detener el vehículo a tiempo en caso de que los que le preceden reduzcan la velocidad de forma brusca. En este enlace, te explicamos cómo funciona el truco del 1101 para saber que estás manteniendo la distancia adecuada.
Artículo fuente: https://www.autobild.es/noticias/dgt-recomienda-practicar-conduccion-preventiva-pero-sabes-como-817465